4 beneficios de aprender a tocar un instrumento musical

Cuando piensas en una estudiante de música «típica», es posible que te imagines a una niña de 7 años, sentada nerviosamente frente a un piano, con sus pequeños dedos apoyados ligeramente en las teclas. Hace varias décadas, puede que incluso hayas sido esa niña.

Pues bien, si cree que los instrumentos musicales son sólo para los niños, probablemente haya llegado el momento de actualizar su banda sonora. Hay muchas razones por las que las personas mayores de 50 años deberían considerar añadir un poco de música a sus vidas.

La música es para el cerebro lo que el entrenamiento en circuito es para el cuerpo
Como saben los baby boomers que están más en forma, el entrenamiento en circuito consiste en pasar de una máquina de ejercicios a otra, mientras se realiza un entrenamiento total del cuerpo. Hay muy pocas actividades que puedan hacer lo mismo con el cerebro, y la música es una de ellas.

Según los investigadores, la mayoría de las actividades utilizan sólo unas pocas áreas del cerebro a la vez. En cambio, tocar un instrumento musical pone en marcha una sinfonía de actividad en todo el cerebro.

Así que, si te interesa mantener tu mente aguda en las próximas décadas, quizá quieras dejar el mando de la tele y coger unas baquetas o un arco de violín.

Tu elección de instrumento es un reflejo de tu personalidad

¿Te obligaron a tocar un instrumento musical cuando eras niño? Muchos de nosotros nos iniciamos en la música cuando cogemos nuestra primera flauta dulce en la escuela primaria. A otros, sus padres, a veces demasiado optimistas, les exigen que aprendan a tocar el piano o el violín.

Según la escuela de Musica y canto en Bilbao no hay nada malo en iniciar a los niños en la música. De hecho, es una gran idea. Al mismo tiempo, muchos de nosotros abandonamos la infancia con apatía, si no con una absoluta aversión, por tocar música. Hay algo en el hecho de estar obligado a hacer algo que le roba toda la diversión a la actividad.

Ahora que tienes 50 o 60 años, tú decides. ¿Hay algún instrumento que siempre le haya fascinado? ¿Quizás siempre quiso tocar la batería? ¿O idolatraba a los guitarristas en su juventud? ¿Tienes un deseo secreto de ser DJ? Ahora es el momento de convertir tus sueños musicales en realidad.

Aprender un instrumento es una buena manera de hacer amigos

La vida después de los 50 puede ser un reto desde el punto de vista social. Con los hijos fuera de casa, muchos baby boomers se encuentran sin los vínculos sociales que tenían en otras etapas de su vida. Además, muchos de nosotros hemos pasado por un divorcio o hemos perdido a nuestra pareja.

Aprender un instrumento puede ser una forma fantástica de salir al mundo y conocer gente nueva a tu aire. Al principio, tu principal interacción puede ser con tu profesor. Pero, al cabo de un tiempo, empezarás a conocer a otros músicos que comparten la pasión por tu instrumento o estilo de música.

Quién sabe, después de varios años, puede que incluso decidas unirte a una banda o crear una propia.

La música puede reforzar tu autoestima

Aprender a tocar un instrumento es una de las mejores maneras de aumentar la confianza en uno mismo. Para empezar, es algo que puedes hacer desde la comodidad de tu casa, al menos al principio. Hay montones de cursos en línea que pueden enseñarte cualquier cosa, desde la guitarra hasta la producción de música electrónica. Cada nota que toques sonará como prueba de que puedes hacer cualquier cosa que te propongas.

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